¿REFORMAS ECONÓMICAS EN CUBA? .
Ante su ineficiencia para crear
una economía fiable, capaz de sufragar las necesidades fundamentales de la población,
el gobierno cubano ha decidido implementar una serie de medidas encaminadas a la
legalización de negocios particulares. Con lo cual responsabiliza al pueblo con
la solución de sus propios problemas económicos.
Durante más de medio siglo en el poder, las autoridades han actuado
con gran severidad para impedir la venta
o alquiler de viviendas, autos, limitando la libre adquisición de una línea telefónica,
entre otras regulaciones o prohibiciones, lo que ha garantizado la
escasez generalizada, culpando al
bloqueo de los Estados Unidos por las
carencias de todo tipo.
Este embargo comercial, y no bloqueo sino embargo, se
mantiene. Mientras en Cuba se ha legalizado la compraventa de viviendas, autos, el hospedaje para
cubanos en hoteles de lujo, , viajes de paseo por el extranjero , el traspaso de la línea telefónica fija
del propietario a otra persona en mutuo acuerdo. Licencias para ejercer la venta de comestibles, cafeterías, restaurantes,
alquiler de viviendas, servicio de taxis, venta de piezas para automóviles, etc.
Aunque muchos han retirado su licencia como consecuencia de
los elevados impuestos exigidos por el estado. Con las Reformas Económicas, se diría que mediante un negocio
particular rentable cualquier cubano emprendedor lograría pagar entre $16.000 y 80.000 CUC que
exige el gobierno por un auto viejo. O
pagar elevadas sumas en CUC por un apartamento
rentado.
De comprar una
vivienda a particulares el precio mínimo es de $20.000 o
$25.000 CUC, hasta medio o un
millón de CUC.
O podría tal vez
pagar $150.00 CUC por una noche en el Hotel Habana Libre, con derecho a
desayuno, pues este precio no incluye almuerzo ni comida.
También podría como resultado de su negocio, pagar una suma
que oscila entre los $68.00-$90.00 CUC, por una noche en un hotel de menor
categoría, aunque esta última oferta se vence el día 15 de septiembre de este año 2014, debido a la temporada de alza del turismo. Muchos cubanos en base a
estas supuestas Reformas Económicas han habilitado espacios con ropa, calzado,
perfumes y artículos para aseo personal. Todo comprado en el extranjero.
Estos negocitos han logrado
gran aceptación popular, ya que fundamentalmente la ropa y el calzado tienen
buena calidad, son bonitos, modernos y con
estilos diversos.
Lo que ha contrastado
con las ofertas en las abusivas tiendas estatales, donde los clientes después
de pagar precios excesivos y por demás alterados internamente, se han visto
obligados a devolver mercancías pasadas
de moda, feas, de mala calidad o vencidas en sus tejidos porque se les
han roto apenas estrenadas.
Incluyendo calzados.
El irrespeto al pueblo,
a pesar del comercio con otros países
no ha permitido que el gobierno,
único dueño de todo oferte lo adecuado en correspondencia con los
precios exigidos.
Después de conceder
los permisos para que los dueños de las viviendas le
rentaran los portales de las mismas a los cuentapropistas, el gobierno
demostró gran preocupación ante la
competencia, retractándose y obligándolos a vender dentro de las casas, restandoles así visibilidad.
Continuó la competencia, por lo que las autoridades después
de aproximadamente tres años decayendo ante una excelente oferta
particular y con precios asequibles, recordaron que las licencias eran para vender ropa de
manufactura casera (costureras y sastres). Utilizando este argumento para cerrar definitivamente
muchos negocios, lo que provocó fuertes quejas y apelaciones ante el Comité Central de Partido Comunista de
Cuba, regidor gubernamental.
Les concedieron a estos vendedores un plazo de dos o tres
meses para venderlo todo o cerrar los
negocios. Algunos alegaban necesitar más tiempo pues habían vendido
sus pertenencias para invertirlo.
Otros lo habían creado con dinero prestado, que debían
pagar. Los que mayor suma habían invertido quebraron. Las remesas familiares procedentes de los Estado Unidos resultaron
de gran ayuda para la creación de muchos
de estos negocios.
Muchos continuaron vendiendo con gran sigilo y sobornos por
parte de los inspectores.
Otros lo hacían deambulando para recuperar la inversión,
pero algunos fueron sorprendidos por la policía y multados, además de
confiscarle la mercancía. De una manera u otra este negocio continuó, mientras
el gobierno percibía las afectaciones en la venta de su mercancía obsoleta.
Por lo que determinaron poner en vigor a partir de este lunes
1 de septiembre de 2014, las Resoluciones 206, 207, 208 y la 300 de la Aduana General
de la República de Cuba de
conjunto con el Ministerio de Finanzas y Precios, mediante las cuales se regula
la cantidad y precios de los artículos que ingresan al país, ya sea por vía
aérea a través de mensajeros con el seudónimo de mulas o por vía marítima.
Siendo advertidos de que se les podría confiscar toda la
mercancía, para evitar según el gobierno alguna forma de lucro.
Con estas restricciones aduanales se quiebra la entrada de
mercancía para los trabajadores del
sector privado.
Entonces, con qué dinero los cubanos comprarían las
viviendas o los autos que el gobierno
irónicamente les oferta.
Con qué dinero se hospedarían en un hotel, o podrían degustar un enchilado de camarones, o la exquisita langosta cuyos precios andan por los cielos. O sencillamente comer con su familia en cualquier restaurant.
Muchos cubanos en su ingenuidad creyeron que esas
oportunidades eran para este pueblo, cuyos salarios oscilan entre los $15.00 y $18.00 CUC mensuales.
LO CIERTO ES QUE ESTAS OFERTAS HAN SIDO CREADAS PARA TURISTAS EXTRANJEROS .