En el mes de abril del presente año, por orden de las autoridades políticas cubanas, fuí victima del robo de mi celular, el cual me había sido enviado dos años antes, desde los Estados Unidos, por uno de mis hermanos y su esposa.
A finales del mes de agosto de este propio año, uno de mis vecinos, de nombre Enrique, me vende otro celular, marca Blackberry, modelo 8520, con varios años de uso, por el valor de $20.00 CUC.
Posteriormente supe que el móvil presentaba problemas en la batería, lo que inicialmente creó ciertas diferencias entre Enrique y yo, pero al introducirle una nueva contraseña se bloqueó.
Al abrirlo para revisarlo, se comprobó, que el celular había sido pinchado con dispositivos GPS, le habían insertado tres localizadores.
Aunque el Sr. Enrique, me explicó que desconocía esa situación en el celular, coincidimos en que él procediera a devolverme los $20.00 CUC. Finalizando de esta manera, un problema que debe ser previsto, fundamentalmente en el caso de las personas que como yo, nos expresamos libremente en oposición al sistema político imperante en Cuba.
Parte delantera del celular.
Protector trasero, con la Insignia del Club Atlético Real Madrid.
Abierto con su batería al lado. Reverso de la batería. .
En el extremo inferior derecho, parte interna del móvil, se localizó otro.
También les muestro, en la esquina superior izquierda debajo de la batería, donde ubicaron otro.
