
Enriquecida se halla la historia de Cuba, con las guerras independentistas a las que se entregaron hombres tan valerosos como el Lugar Teniente General, Antonio Maceo Grajales, ejemplar estratega y guerrero audaz, contra la colonización española.
El
Pacto del Zanjón, constituyó
una vil traición entre el general español Arsenio Martínez Campos, y una parte de la Repblica en Armas, en representación del centro de Camagúey, cuyo documento proponía entre otros puntos una supuesta paz, que no incluía la abolición de la esclavitud, ni la independencia para Cuba.
una vil traición entre el general español Arsenio Martínez Campos, y una parte de la Repblica en Armas, en representación del centro de Camagúey, cuyo documento proponía entre otros puntos una supuesta paz, que no incluía la abolición de la esclavitud, ni la independencia para Cuba.
Ante
tal engaño, los cubanos que se respetaban y por ende a su patria no
transigieron, pues no podían olvidar la sangre hasta entonces
derramada por sus compatriotas, la que no aceptarían que se hubiese
perdido en vano.
El
general Antonio Maceo Grajales, personalmente, le hizo saber al
general Martínez Campo, el desacuerdo de los cubanos con
ese Pacto, y que continuarían luchando pues era evidente que solo
con el filo del machete se lograría la libertad para Cuba.
Decisión
expresada el día 15 de marzo del año 1878, en el lugar
conocido como Mangos de Baragüá, en el ingenio La Demajagüa.
Hecho que paso a la historia como la Heroica Protesta
de Baraguá.