viernes, 11 de noviembre de 2016

APAGA Y VÁMONOS.



Tal vez resulte muy precipitado aunque esperanzador, el anhelo de los cubanos que con la elección del Sr. Donald  John Trump, como nuevo Presidente de los Estados Unidos de Norteamerica, confían en la  DISOLUCIÓN, de los acuerdos y reapertura de las relaciones que durante más de 50 años estuvieron congeladas entre esa nación norteña y esta isla caribeña.
Negociaciones que solo han logrado fortalecer la estructura gubernamental, mientras la población cubana padece las miserias económicas, políticas, y sociales impuestas por el régimen imperante, el que además protege a sus supuestos aliados en esta lucha incesante por sobrevivir aunque sea con el precio de la penuria ajena.

Los inversionistas que beneficiándose del deshielo aperturista han instalado sus negocios en esta rica y hermosa, aunque destruida isla, se están exponiendo a la quiebra, si como expresan millones de cubanos, el Sr. Presidente Donald John Trump decide adoptar una política totalmente opuesta a la del  Sr. Barack Obama respecto a Cuba.
Lo que obligaría a los inversores extranjeros más cautelosos a recoger sus maletas a tiempo.
Los más osados que decidan a riesgo propio mantener sus negocios en Cuba, deberán por una cuestión de respeto a las leyes antiesclavistas, entregar a cada obrero cubano por ellos contratado la suma total de los salarios devengados, no entregándoselos al estado cubano quien se apropia de los mismos cediéndole al trabajador un aproximado del diez por ciento.

Violaciones que en algún momento afectaran a esos empresarios pues en el territorio cubano, mandan y ordenan los gobernantes cubanos,  pero las leyes internacionales sancionan la esclavitud en pleno siglo veintiuno, y ellos, los propietarios de esos negocios son extranjeros.

Ante estos riesgos y desmanes existe la posibilidad de que en su momento se vean obligados a decir .

APAGA Y VÁMONOS.

PROMESAS. PROMESAS.


En el año 2008, cuando el Sr. Barack Obama asumió la presidencia de los Estados Unidos prometiendo cambios, pensé que beneficiarían a su país.

Al anunciar que restablecería las relaciones diplomáticas con Cuba, cuando los hermanos Castro respetaran los derechos humanos, permitiendo la libre expresión, el pluripartidismo, liberando a los presos políticos, terminando con las golpizas, persecuciones y arrestos a los opositores, y efectuando elecciones libres para que el pueblo cubano decidiera a quién elegir como su mandatario. Pensé que realmente serían cambios favorables.

Si se memorizan y reconocen  los cambios efectuados en Estados Unidos durante su primer y segundo períodos como presidente, aunque no en todos los casos, si hubo cambios que beneficiaron al pueblo norteamericano.

Con relación a Cuba, si de algo estoy convencida es de que cada pueblo está obligado a forjar su futuro, jamás debe esperar que sean extranjeros quienes luchen para liberarlo de la opresión que permiten.

Uno de los hombres más grandes de todos tiempos, el apóstol por la independencia de Cuba José Julián  Martí Perez, como ejemplar intelectual y visionario expresó :  " cuando un pueblo suelta sus riendas, viene uno sólo las toma y los azota con ellas mismas ".
El pueblo cubano ha decidido huir, emigrar, antes que enfrentar su asimilada tragedia, sin analizar que esta emigración podría presentar cambios al restringirse ese flujo masivo.

Ante esta situación resulta admisible concluir, que tampoco beneficia a un pueblo oprimido, saber que sus opresores están siendo fortalecidos para agudizar la represión dictatorial.