¿ Por qué, quiso la
energía universal en su arrebato privarnos de tu presencia?.
¿Por qué se
empeñó la vida en arrancarnos tan vital, tan ejemplar guía?.
¿ Por qué hermana mía?.


Querida Laura, revivimos cada momento en tu compañía, sintiendo la entrañable ausencia de la madre, la hija, la esposa, la hermana, la compañera, la amiga.
Sin esperar gratitudes, te entregaste en aquella causa que clamaba justicia.
Confiada en
la entrega que conduce al éxito lograste la liberación de aquellos 75
prisioneros pacíficos.
Jamás, podrá el pensamiento humano olvidar que tú lo lograste, tú lo hiciste,
aun con el precio de tu prodigiosa vida.
Si desde
tu celestial morada puedes escucharme, si puedes verme, notarás enrojecimiento
en mis pupilas que añoran tu liderazgo manifestado en símbolo de libertad, con
la ineludible fuerza del tiempo vivido, forjador en cada Dama de Blanco para
arraigarte de manera latente en su andar, y su hacer sobre tus pasos
inextinguibles.
RESURGES, LAURA INÉS POLLÁN TOLEDO EN CADA GLADIOLO.
EN CADA DAMA DE BLANCO.