Entre
los días 16 y 18 del mes junio, del presente año 2017, se
cumplieron dos años de esta situación que estoy confrontando con
las autoridades cubanas, y la manipulación por parte de ellos de mi
hermano Hiram Llerandi Kindelán (papo).
Ellos
están sorprendidos, porque al inicio de estos ataques. expresaron
que yo no tendría fuerzas físicas, ni mentales para soportar
semejante barbarie.
Ante
su desengaño, se han dedicado a divulgar que el problema con la
electricidad fue provocado por una cocina eléctrica de mi propiedad
que durante su funcionamiento afectó una fase en la conexión
eléctrica. ESO NO FUE CIERTO.
Alegan
además, que mi hermano y mi sobrino tampoco tienen agua, pero no
dicen que si ellos no están disfrutando de ese servicio, desde hace
solamente seis meses, es por rotura del motor que solamente ellos
manipulan. Y cuando lo arreglan, solo se abastecen ellos dos.
Por
último, han decidido que debo proceder a cubrir los gastos de
cablearía, instalación y mano de obra para restablecer la
electricidad en el área afectada, (la que ocupo dentro de mi
vivienda). Debiendo ocuparme además de comprar un tanque y una
manguera, para cuando arreglen el motor servirme del agua con mis
recursos propios. Esta nueva versión de los hechos ha surgido a
partir del fallecimiento de otro de mis hermanos, el que me enviaba
ayuda económica desde los Estados Unidos.
Los
verdugos que me reprimen saben que no tengo recursos económicos
para cubrir esos gastos.
A
las personas entre las cuales pretenden desacreditarme les han dado
diferentes versiones:
1:
Que se trata de problemas familiares. Aunque impuse una demanda
judicial radicada al expediente #48971/2015, en la unidad de la
Policía Nacional Revolucionaria ( P.N.R.), contra el familiar que
según ellos me estaba creando esta situación, pero la fiscalía
procedió a archivar mi demanda.
2:
Que estos servicios de agua y electricidad, no me serán
restablecido, mientras no abandone mis prácticas como miembro del
movimiento Damas de Blanco.
Lo
que me fue informado por un agente de la contrainteligencia (CI), el
cual se hace llamar Adriel.
3:
Que estoy siendo castigada por haber mantenido una conducta
indecorosa hace 10 años, cuando pertenecía a una organización
religiosa. Los miembros de esa organización, durante diez años me
han negado su participación en conductas, o comentarios que pudieran
atentar contra mi integridad moral, agregando que se trata de asuntos
netamente políticos, a los cuales ellos no se pueden enfrentar.
Aunque no dudo que por intimidación y miedo, hayan colaborado con
estas autoridades, ejerciendo la calumnia y difamación solapadas en
mi contra.
4:
Otro de mis hermanos, el cual es miembro de esa organización
religiosa, le ha insistido a su hijo de 43 años de edad, para que me
permita sacar una extensión electrifica desde su habitación,
colindante con la mía, de manera que mi espacio también reciba
energía eléctrica. Esto me ha sido informado de manera reiterada
por mi sobrino, como una petición insistente de sus padres,
residentes en los Estados Unidos. Agregando este sobrino, que sus
padres le insisten en que es un abuso lo que me están haciendo,
tanto por los hechos, como por mi avanzada edad próxima a los 68
años.
En
el año 2014, me incorporé al movimiento Damas de Blanco, Laura
Pollán.
A
los siete meses exactamente, me retiraron el servicio de agua
potable.
Dos
días después, cortaron la energía eléctrica en el área que ocupo
dentro de mi vivienda, donde he vivido de manera permanente desde los
9 años de edad, y tengo 67.
En
consulta con un abogado, este me sugirió comprarme una cocina
eléctrica, lo cual hice, pero nuevamente las autoridades políticas
utilizaron a mi hermano para intensificar sus agresiones contra mi
persona, retirándome el servicio de electricidad, al cortar cables
que transmitían ese fluido, hacia la parte de la casa ocupada por
mi.
REITERO
QUE ESTOS ATAQUES PSICOLÓGICOS Y FÍSICOS, COMENZARON, JUSTAMENTE A
LOS 7 MESES DE HABERME INCORPORADO AL MOVIMIENTO DAMAS DE BLANCO.
ESTOS
HECHOS EN DETALLES FUERON PUBLICADOS POR MI, CON EL TITULO:
¿DERECHOS
HUMANOS EN CUBA? (6ta parte).
El
día 23 de enero de 2017.