Con posterioridad al deceso de mi madre, alguien me dijo que existía un testamento a favor de mi hermano, Hiram Llerandi Kindelán y de nuestra sobrina, Coralia Llerandi Montano, hija de otro hermano.
Con elementos suficientes me interesé por la existencia y legalidad de dicho documento, acudiendo a la Oficina de Actos de Última Voluntad y Declaratoria de Herederos, donde me informaron que mi madre había testado.
Al dirigirme a la Notaría de Centro Habana, la Licenciada Diorama Álvarez Orta, me informó, que ella había sido la encargada de confeccionar el testamento, y que yo, por no haber sido beneficiada, no tenía derecho a recibir información relacionada con el mismo.
Posteriormente, en el Banco Popular de Ahorros apareció un Titulo de Compra de la Vivienda, a nombre de mi madre, Coralia Kindelán Larrinaga, con fecha 4 de noviembre del año 2004, el día anterior a su fallecimiento, cuando ella se encontraba ingresada en la sala de terapia del Hospital "Comandante Manuel Fajardo", para cuya compra según se refleja en el documento hubieron de tomar su huella dactilar.
Mi madre hablaba tres idiomas, estudiados.
Su caligrafía era excelente.
No presentaba ningún tipo de parálisis, o engorratamiento en sus manos que le impidiera firmar ese Contrato con el Banco Popular de Ahorro.
De acuerdo al Resumen de Historia Clínica, su estado de inconsciencia fue el único impedimento para que se firmara el titulo, por lo que ante su incapacidad le toman la huella dactilar.
Los médicos que directamente la atendieron, al igual que la dirección del hospital "Comandante Manuel Fajardo", donde permaneció mi madre hasta su fallecimiento, me informaron, que por tratarse de un paciente en estado de gravedad, e inconsciente, no le podían haber tomado las huellas.
Además, de requerirse la presencia de testigos autorizados por la parte legal, y por el Ministerio de Salud Pública, por hallarse ingresada, bajo cuidados especiales,
e inconsciente de sus actos.
Insistiendo los médicos y la Dirección del hospital, en que ellos no tuvieron conocimiento del momento en que se cometió el hecho, porque no lo habrían autorizado.
Este crimen de tomarle sus huellas dactilares bajo el estado en que se encontraba, fue ejecutado con el propósito de incluir la propiedad de la vivienda entre los bienes a heredar por el testamento que nunca me han permitido ver, pues esta casa donde vivimos, permanecia a nombre de mi fallecida abuela, por lo que no estaba incluida entre los bienes de mi madre.
Además, de existir otra hija de mi abuela, con derecho a recibir el 50% del valor de la vivienda, por no convivirla. Esta hija, nunca fue notificada sobre el traspaso de propiedad.
En lo correspondiente a mi persona; con estas violaciones, robaron mi derecho como co-propietaria del inmueble.
A CONTINUACIÓNN; LES MUESTRO LA CUARTA Y ÚLTIMA PÁGINA DEL CONTRATO DE COMPRAVENTA.
EN LA QUE SE MUESTRA LA GESTIÓN LLEVADA A CABO POR LA SRA. ISABEL SOSA PERICH, GERENTE DE LA SUCURSAL 2552 DEL BANCO POPULAR DE AHORRO.

A partir de esos momentos, desataron fuertes presiones sobre mi persona, me hicieron falsas acusaciones con pretensiones de que recibiera largas condenas de privación de libertad, me encarcelaron durante más de 18 horas al día siguiente del fallecimiento de mi mamá.
Falsamente me vincularon con grupos de oposición al gobierno.
Utilizaron a religiosos para que me denigraran moralmente.
Las siguientes cuatro publicaciones, tienen como objetivo mostrarles copia íntegra del Contrato, o Titulo de Compraventa.