miércoles, 9 de diciembre de 2015

MI FE, Y ESPERANZA, EN TI SEÑOR.




SALMO 35: 15 y 17ª.   Pero ante mi cojear ellos se regocijaron, y se reunieron, se reunieron contra mí, derribándome  cuando yo no lo sabía, me desgarraron  y no se quedaron callados.  Oh Jehová,  ¿hasta cuándo seguirás viendo esto ?.


SALMO 86: 1. Inclina, oh Jehová, tú oído.
Responderme, porque estoy afligido y soy pobre.

OREMOS POR LA SABIDURÍA DIVINA.


SALMO 14: 16.  El sabio teme y se aparta de lo malo, pero el estúpido se pone furioso y confiado en sí mismo.



PROVERBIOS 8:11.  
Porque  la sabiduría es mejor que los corales, y todos los deleites mismos no pueden ser igualados a ella.




PROVERBIOS 19: 11. La perspicacia del hombre ciertamente retarda su cólera, y es hermosura  de su parte pasar por alto la transgresión.

ENLÁZALOS A TU GARGANTA.


PROVERBIOS  6: 20, 21, 22.


Observa, oh hijo mío, el mandamiento de tu 

padre, y no abandones la ley de tu madre.

Átalos sobre tú corazón, constantemente 

enlázalos  a tu garganta.

Cuando andes, ello te guiará, cuando te acuestes, vigilará sobre ti, y cuando  hayas despertado, hará  de ti el objeto de su intenso interés.