jueves, 28 de enero de 2016

EL APÓSTOL DE LA INDEPENDENCIA.


JOSÉ JULIÁN MARTÍ  PEREZ.


Apóstol por la independencia de su patria y de sus hermanos cubanos, nacido el 28 de enero del año 1853, en la calle Paula. Habana Vieja.
Hijo de Mariano Martí, y Leonor Perez.

Su lealtad patriótica, lo llevó a sufrir encarcelamiento siendo posteriormente deportado hacia España, cuando apenas era un adolescente.

En 1874 se graduó como abogado, y doctor en filosofía. 
Más tarde en México, se destacó como escritor, y dramaturgo.
Por sus actividades libertadoras, se unió a la Junta Cubana de New York.
En el diario La Nación de Buenos Aires, se destacó como columnista.
Los gobiernos de Argentina, y Uruguay, lo nombraron cónsul, y vicecónsul para New York.

Su decir se extendió por el continente americano, obteniendo reconocimiento como escritor, político, y diplomático.
Por invitación, dirigió a los emigrados cubanos en Tampa, 
Los PInos Nuevos fue su primer discurso.
En Cayo Hueso, una inmensa multitud lo acogió como heroe, fundando allí  El Partido Revolucionario Cubano, cuyas bases eran totalmente opuestas a las ideas comunistas, se fundó además el Periódico Patria.

En Santo Domingo, firmó el Manifiesto de Montecristi en aras de su patria libre.
Sus geniales obras, La Edad de oro, Versos Sencillos, La Rosa Blanca, su poemario  El Ismaelillo dedicado a su hijo. su genial prosa, la publicación de sus obras completas que incluye sus discursos y artículos, todo este caudal conocido mundialmente, lo ubican en un lugar cimero.
Falleció durante la lucha armada frente al ejercito español en el lugar conocido como Dos Ríos, Contramaestre, a la edad de 42 años.




Nicho No. 134 de la galería Sur del Cementerio "Santa Efigenia",
Santiago de Cuba, donde fueron enterrados los restos de
José Martí en Mayo 27 de 1895.
  
Como experto en humanidades expresó:"Cuando un pueblo suelta sus riendas, llega uno solo, las toma, y los azota con ellas mismas."


lunes, 11 de enero de 2016

ENGENDRAR, Y AMAR.





Vi, lágrimas en los ojos de un hombre, cuando escuchó a su pequeño hijo de tan sólo nueve meses de nacido decir: PA PÁ.

Lo escuchó por primera vez.
Lo vi llorar por primera vez.