Durante el año 2006, agentes al servicio de la seguridad del gobierno cubano, mediante aliados dispersos lograron desatar una campaña de calumnias sobre mi persona, con la orden de que se realizara de manera solapada.
Algunas personas en total desacuerdo con semejante canallada me informaron sobre esta infamia.
Procedí interrogando a muchas personas, algunas de las cuales estaban colaborando con este propósito de la Seguridad del Estado, pero negaron lo que estaban haciendo. Después de aproximadamente un año fue que logré confirmar que me estaban calumniando.
Investigué hasta obtener los datos personales de uno de los promotores, presenté una denuncia en su contra en la Fiscalía Municipal de Centro Habana, y en la unidad de la policía, la Seguridad del Estado se encargó de que el caso se archivara. A pesar de mis apelaciones durante estos años, se han negado a darle curso legal a mi demanda.
En este país predomina el sometimiento como causa del miedo, el oportunismo, y el chantaje gubernamental sobre la sociedad, la política, y la religión, esferas abarcadas en el macabro plan del gobierno para denigrarme.
Transcurridos más de diez años de esta traición infame, han sumado diversos métodos de represión y coacción, utilizando a sus emisarios en una feroz persecución siempre que denuncio por la vía que sea las atrocidades que me hicieron y están haciendo.
Mediante sus informantes se apresuran a visitar lugares anteriormente visitados por mi, dedicándose a fomentar el descrédito y el rechazo para que esas puertas me sean cerradas.
Me calumnian, y cuando los interrogo niegan sus acciones.
No me acusan legalmente, y si los acuso archivan los expedientes.
Constantemente soy vigilada para que no hable, y si lo hago denunciándolos, al ser informados por los delatores que tienen en muchísimos lugares, recrudecen los ataque con nuevas calumnias.
Por mi parte, continúo denunciando las injusticias que contra mi persona se están cometiendo con esta intención de los representantes del gobierno cubano para aislarme socialmente, y las afectaciones que estas provocan a mi integridad física y moral.
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