
Quiso la energía universal en su arrebatamiento privarnos de tu presencia.

¿Porqué hermana mía ?.
Querida Laura, en este 14 de octubre revivimos cada momento en tu compañía, sintiendo la entrañable ausencia de la madre, la hija, la esposa, la hermana, la compañera, la amiga.
Sin esperar gratitudes te entregaste en aquella causa que clamaba justicia.
Confiada en la entrega que conlleva al éxito lograste la liberación de aquellos 75 pacíficos prisioneros, unos excarcelados, otros enrejados.
Jamás podrá el pensamiento humano olvidar que tú lo lograste, tú lo hiciste, aun con el precio de tu prodigiosa vida.

Si desde tu celestial morada puedes escucharme, si puedes verme, notarás enrojecimiento en mis pupilas que añoran tu liderazgo manifestado en símbolo de libertad, con la ineludible fuerza del tiempo vivido, forjador en cada Dama de Blanco para arraigarte de manera latente en su andar, y su hacer sobre tus pasos inextinguibles.
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